Así termino el Nuremberg, después del partido con el complicado Fierros, que se tenia controlado pero los groseros fallos arbitrales, influyeron en el resultado y en el trascurso del partido.
Lo mas sorprendente del sábado, fue antes del comienzo del encuentro, cuando en el ingreso al predio, no se le permitió la entrada a un muchacho que pretendía entrar con un FIAT 500, (ORIGINAL) y estacionar a la sobran de unos de los tantos arboles que hay en el lugar.
El responsable de cobrar en “bono contribución” que aumenta cada fin de semana, y no dice al dorso del mismo a que institución benéfica de la zona se esta contribuyendo, intentó explicarle durante 10 minutos, al irritado conductor, que la selección de Vóley, jugaba por la Word Liga en Catamarca, que en ese lugar se practicaba futbol, y que su GPS, estaba mal programado, hasta que decidió bajarse de su reliquia y le mostro que tenia la camiseta Nº 9 de Fierros.
Dos metros con 10 centímetros media el centro delantero que debían marcar los muchachos de Burzaco, que por indicación táctica del Feno Fralasco, decidieron sacar del botiquín de primeros auxilio, hojas de coca y mascarlas hasta que su adaptación en la altura, pueda controlar a tan temible, contrario.-
Pero como ya es un clásico, no hay ningún tipo de control en la Liga, ni de los autos estacionados (le robaron una rueda a Vega, mientras jugaba el partido), ni sobre los encargados de impartir justicia en la cancha, y mucho menos de las sustancias que ingieren los jugadores antes que comience el partido.
Y así fue, El “negro” DANIEL FAGABURU, que no es un jugador suplente de la selección de Ghana, sino el Nº 2 del Nuremberg, y el Malevo Núñez, “coquearon” durante los primeros 45 minutos del primer tiempo y pudieron controlar al Nº 9 contrario, lastima que no pudieron controlar al “pito fácil”, que gatillaba con poco asidero cada una de sus intervenciones, afortunadamente entendió que la “Ley del Ultimo Recurso”, no es un proyecto de la Cámara e Diputados que esta para sancionarse, sino que esta plenamente vigente y que la debería haber aplicado con uno de los jugadores de Fierros, cuando promediaba el primer tiempo, que corto una jugada con la mano, cuando Edu Fiore encaraba solo para el gol.-
Antes del penal cobrado contra Burzaco, el hijo del viento, había puesto merecidamente el 1-0, a favor del Nuremberg, a través de una jugada impecable de Adrian De los Heros.
El segundo tiempo, fue mejor jugado por el Nuremberg que volvo a ponerse en ventaja después de una apilada de Gonzalo Acosta por la izquierda y una genialidad, del “romperedes" Javier Agasi, que definió de taco, esos “tacos” que cuando jugábamos al “25” valían 5, dejaron el partido como el tramite lo pedía.-
A los 36 del segundo, el línea, que afortunadamente esta vez no ha sido un menor de 16 años al que disfrazan de fosforescente y le dan una bandera a cuadros, previo a explicarle, que no va se ser parte de un carnaval carioca en un cumpleaños de 15, sino el responsable de dirigir un partido de futbol, cobro un gol dudosísimo a favor de los rivales.
Ninguno de los muchachos de Fierros, gritaron el que termino siendo el gol del empate, hasta que el línea corrió hasta el centro de la cancha, “entro, entro” gritaba al trote. Todos se habían sorprendido, pero afortunadamente pudimos hablar con él y nos dio razones fundadas que certificaron que la pelota había pasado la line de cal.
“En realidad, yo no soy un línea como cualquiera, soy JAIME, el robot del Agente 86, tengo implantado en el ojo derecho, un sistema satelital que me permite ver con exactitud si la pelota pasa la line del arco, aunque yo este casi en el circulo central y a 35 metros de distancia”.
La respuesta fue contundente y hasta nos dejo perplejos, si bien no hay cámaras de televisión, que muestren la jugada en pantalla gigante, la terna arbitral cuenta con un robot super moderno que puede distinguir y certificar con exactitud, cuando la pelota ingresa al arco. Estremecedor.
Naturalmente, nada dijimos cuando el arquero de Fierros, aparentemente le había cometido un penal clarísimo al Nº 11 del Nuremberg, cuando el partido se moría.
No nos dirigimos al arbitro, sino al línea “JAIME”, para saber si había habido infracción. Jaime otra vez nos iba a dejar estupefactos. “Hay contacto, pero la patada, no llega a romper ningún cartílago o parte ósea de la pierna, el reglamento es claro, si no hay sangre, no se cobra. Lo acabo de verificar con el censor de calor que saca radiografías, que tengo instalado en la punta de mi banderín”
Luego de darle la mano a línea y de felicitarlo por su actuación, decidimos reflexionar a cerca de los infundados reclamos que hacemos en los partidos, y volver a llenar nuestro botiquín de primeros auxilios con mas hojas de coca, ya que como todos sabemos en la altura, “la pelota, no dobla”.
NO ES PILOTO DE AVIÓN, PERO “VUELA”
EL HIJO DE VIENTO BURZAQUENSE
EDUARDO FIORE