Después de la dura derrota de Racing con Independiente, en el clásico, la gente del Nuremberg golpeada psicológicamente tenia que afrontar un partido durísimo contra Fierros F.C., un equipo rápido y con buen pie que siempre es protagonista.
Y se noto, la falta de concentración, porque al minuto 8 Fierros se puso 0-1 con un certero cabezazo a la derecha de Cristian Gastón Vega el “playboy” Burzaquero que volvió al arco, después de su intervención quirúrgica en la mano. Se injerto un dedo de más en cada mano, no para atajar mejor, sino para contar más rápido los billetes de su cuenta abultada bancaria.
Pero el Nuremberg, lejos de caerse por el temprano gol del rival, salió en busca del empate. Seba Barreiro, que llego al predio en sillas de ruedas y fue llevado en andas hasta la mitad de la cancha para que juegue “parado”, armo una jugada “fralasquera”, gambeteo a 3 rivales y lo dejo mano a mano a Pablito Olmos, que le pego con alma y vida para poner el merecido 1 a 1.
En el segundo tiempo, cambio todo, el técnico del Nuremberg, que ya fue sondeado por parte de la comisión directiva de Racing de Avellaneda para reemplazar al “Coco” Basile, se puso a él mismo, y a los “rapiditos”, Mariano Larcamom y Damián Damiani. Y el Nuremberg fue una tromba.
Eduardo Fiore, una de sus figuras, que estaba intratable, tiro un centro a tras y su hermano, Cristian Lionel Gantus se la cruza al arquero de Fierros y pone el 2-1. Fiesta en Burzaco, el Nuremberg lo daba vuelta e iba por más, y fue así que al minuto 32 de la segunda etapa, otra vez el “chaca” Fiore entra al área y es derribado por el Nº 2 de Fierros.
El “pibe” Gugliotti, que nunca erro un penal (compartía ese record con el jugador de San Lorenzo Ortigoza, que lo erro este fin de semana con Godoy Cruz), puso el definitivo 3-1.
Tercer triunfo consecutivo para Burzaco, que sigue en la sima de la tabla y tiene ganas de dar pelea en el campeonato.
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