martes, 1 de junio de 2010

BOTIN ERA

Esta historia, nada tiene que ver con Wanda, Nicole, o alguna de las tilinguitas que se encaman por monedas con algún joven inexperto futbolista.

Esta es la historia de mi botín derecho Umbro talle 44, que dejo de acompañarme hace 10 días, y desde acá le rindo este cálido homenaje.

Lo compre en el año 2006, en el paso bajo nivel de la estación de Burzaco, había talles discontinuos, en la caja donde lo encontré y como la moneda estaba justa lo adquirí junto a un fulvense Nº 45, que tenia detalles muy precedidos y puestos se notaba poco la diferencia.

Botín era, era mi botín. Recuerdo que no lo cure con grasa, como dice el libro, porque mi vieja juntaba la que sobraba en la semana y la metía toda en el puchero de los domingos, asi que lo saque a la cancha virgen y sin lustre.

Botín era, era mi botín. El primer partido que me lo puse, en la Liga Vasco Germana, empatamos 2-2, con un gol en contra mío en el tiempo adicional, no fue por culpa del botín, sino porque le pifie a la pelota y el Nº 9 contrario, entro solo para empujarla.

Botín era, era mi botín. Tengo un promedio de 20 patadas por partido, siempre con lealtad y cargadas de rusticidad, en estos 4 años que compartimos juntos, cometimos Dos Mil Trescientas Veinte (2.320) infracciones, marca a la que solo posiblemente haya podido llegar a alcanzar, uno de mis ídolos futbolísticos, Cosme Julián Zaccanti, ese que jugaba con el alma y nunca había metido un gol en primera hasta que un día metió 3 seguidos en el mismo partido.-

Botín era, era mi botín. Los cruces sobre la izquierda, eran cortados con acierto la mayoría de las veces, naturalmente por que el botín Nº 45, llegaba justo a donde mi pie le indicaba, pero los cruces sobre la derecha, generalmente terminaban en gol del rival o infracción a destiempo, ya que me quedaba corto por que “me faltaba pie” con la talla 44.

Mis compañeros me recriminaba enfurecidos; “cuando mierda te vas a comprar el otro botín 45”, pero le había agarrado tanto cariño que no lo podía colgar. Si hasta me lo puse para el casamiento de mi hermana, por que mis zapatos se los tuve que prestar a mi viejo, que no tenía que ponerse.-

Botín era, era mi botín. Nunca me voy a olvidar aquella batalla campal en el Club Alemán de Burzaco a fines de 2007, juntos llegamos a despegarnos prácticamente a un metro del piso, para dejarle marcado al Nº 4 del Cracovia, 10 de los 14 tapones en el hemisferio izquierdo de la cara. La intente durante años cuando era pibe y practicaba taekwondo en el Club Sportivo Burzaco, se llamaba “miro chagui”, y la lleve a su máximo esplendor aquella noche, junto a mi botín.-

Botín era, era mi botín. Hoy las vueltas de la vida, la tarjeta de crédito y las ofertas por el mundial, me hicieron reemplazarte por un par e Nike T 90 Laser III Nº 45, pero jamás voy a dejar e recordar, las vivencias que tuve con mi botín derecho.-

4 comentarios:

Unknown dijo...

BUENISIMA, como periodista profesional no puedo dejar de admirar la calidad y el sentido futbolístico de esta nota digna de una "nota de color" de los mejores diarios deportivos del país.
MUY BUENA NENE

EL NEGRO DANIEL FAGABURU

Unknown dijo...

La liga tambien lo va a extrañar, las patadas ya eran bien queridas y hasta no sancionadas.-
Lo bueno que ahora no vas a dejar cicatrices, son LASER!!!!!

Unknown dijo...

Que hiciste con el botin derecho??? el de la foto es el izquierdo!!!!

Doy gracias de haber jugado al lado de ese botin, aunque varias veces me paso raspando a mi tambien!!
Impresionante el silbido de los roces que tenia(me hizo aordar a un viaje a Rio de Janeiro al lado del ala del avion de la empresa GOL)

Anónimo dijo...

muuy bueno!!! sentimiento puro en esta nota, si hasta dan ganass de lloraaarr!!!!!!